Las mujeres libres, no son para ti mexicano.

Platicando con un compañero de vida, hablábamos de lo que es, lo que no y lo que uno quiere que sea, tocamos el tema de las mujeres, y la fascinación de los hombres de idealizarlas, estereotiparlas, adorarlas y emprender una búsqueda irrefrenable por  encontrar exactamente ese tipo de mujer.

"Su mujer ideal radicaba en un ser que le llenara de alegría, que no importara el día, la hora ni el lugar lo recibiera con una sonrisa aunque claro era punto importante que ella fuera ella, que se expresara, que tuviera sus ideales, que pensara y actuara libremente, que no tuviera tabús, complejos ni pena por nada, un espíritu libre que amara la belleza de su cuerpo y lo dejara amar esa belleza (en algún punto pensé, que si continuaba con el contexto la libertad que tanto predicaba se convertiría en libertinaje), que hiciera lo que sus deseos le impusieran, que pensara, sí , pero no para ser como las demás, que fuera rara, diferente, encontrar su lado especial, claro que fuera bella por dentro y por fuera, que se amara a ella misma y por supuesto que lo amara con locura."

Pensé y pensé tanto en este detalle y no encontraba lo difícil de la situación, todas las mujeres tenemos un tanto de esa locura y estabilidad que tanto buscan, no es tan difícil toparte por la calle a una mujer que cumpla con esas expectativas.

Después llegue a la conclusión que esa búsqueda irrefrenable terminaba en la historia donde el hombre encontraba a esa mujer, la humillaba la cambiaba y al ver que ya no era lo que idealizaba la usaba y la  dejaba, todo por la moral tan flexible que presentaba. (Según las referencias sociales mexicanas, por supuesto fruto del machismo.)

Pero es que realmente los mexicanos no están listos para tan preciado tesoro, se les enseña un sinfín de estándares que una mujer debe de tener para que sea elegida como compañera de vida, se termina dejando de lado la esencia de la mujer  por un montón de aspectos que terminaran en otra relación desafortunada. Aman los estándares de la mujer extranjera pero se casan con los ideales machistas mexicanos, terminando con mujeres sumisas que en un futuro muy probablemente serán desplazadas por otra con menos suerte en la vida pero que se es fiel a su esencia.

Se casan con la esposa, no con la mujer.

Se casan con la que cuida a los niños, hace la comida, mantiene la casa y la ropa limpia, se casan con la que obedece lo que le ordenan, por que así debe de ser y porque eso hace una buena esposa.

Tan tontos, que ignoran que deben casarse con una mujer que eduque a sus hijos, no solo que los cuide, con la que pueda compartir sus puntos de vista y juntos dejarle esa esencia a los hijos, se olvidan de casarse con la que  sabe mandar, que mande a otros  a cuidar el patrimonio, para que ella pueda tener el tiempo de bailar, reír, leer,  nutrirse como mujer y como persona.

Muchos mexicanos no están educados para compartir la vida con una mujer, están educados para vivir a cuestas de la vida de una mujer.